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| R escribe |
Tras leer su post me animé a ir con un par de amigas ayer, martes 19 de julio. Como me podía oler que la fama les estuviera haciendo tener colas interminables, llamé por teléfono al local el día anterior y "reservé". Lo entrecomillo porque una voz masculina al teléfono me dijo que no hacía falta reservar, que cuando llegase preguntase por el Jefe de RRPP (un tal Nacho) y que nos atendería estupendamente. Qué fácil...
La cita era a las 20:30 horas. Cuando entramos en el local, nos pedimos un mojito, hice llamar al tal Nacho y le digo que queremos optar a la promoción de la manicura. Entonces fue cuando me dijo que hoy (por ayer) sería imposible porque ya se han repartido todos los números. Parece ser que con la avalancha de chicas que estamos acudiendo todos los martes, han optado por un sistema de números, que se recogen cuando se abre el local, a las 18:00 horas, y después, como en cualquier pescadería, te van llamando por número.
Muy poco glamuroso, a parte de que mentir a la clientela está muy feo... muy feo. Así que, queridas/os seguidores, ya lo saben. Si planean ir al Uno de Molino, vayan a las 18:00 a coger número y esperen a ser llamados.
Por supuesto que este pequeño incidenteno nos estropeo la velada. Nos fuimos al típico bar de cañas y tapas de Madrid, en la calle Diego de León, muy arriba, pegando casi con Francisco de Silvela, a un bar que se llama La Rubia, y que nos pusieron unas tapas de las de antaño, bien de cantidad y calidad, con cada copa de vino/cerveza.
La moraleja de ayer es que por mucho que evolucione el concepto de los bares, afterworks, y nuevas fórmulas para atraer clientela etc... una terraza madrileña en una noche de verano como la de ayer, con dos amigas, y unas buenas tapas sigue siendo la mejor opción para ponerse al día.
Disfrutad del verano
Claro que si. Buenas tapas en cantidad y calidad, y las uñas ya me las pintaré yo.
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